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Kagayake! Kintaro es el título del centésimo décimo tercer episodio de la serie animada Teenage Mutant Ninja Turtles de 2012 y además es el noveno episodio de la quinta y última temporada.
Sinopsis[]
España: "Cuando llegan a su destino, Usagi y las Tortugas deben ayudar a Kintaro a cumplir su destino".
Hispanoamérica: "Kintaro, a pesar de ser un niño sagrado, es mimado y autoritario. Usagi intenta hacerle entender que nunca encontrará su centro siendo egocéntrico".
Resumen[]
Las Tortugas Ninja continúan su viaje con Usagi y Kintaro para llevar a Kintaro al Templo del Buda del Cielo. El grupo camina por las montañas durante una nevada. Kintaro continúa actuando con exigencias continuamente, para gran molestia de los demás. Entonces Raphael, Donatello y Michelangelo deciden burlarse de Kintaro por su comportamiento grosero y desagradable. Kintaro vocifera contra ellos por la enorme roca que les bloquea. Donatello y Raphael provocan a Kintaro para que intente moverla él mismo si le parece algo tan fácil. Por supuesto, él solo no puede mover la roca, y Donatello y Raphael lo dejaron pasar la oportunidad para restregarle su fracaso en la cara. Leonardo detiene a Raphael y Donatello por burlarse, con Leonardo dando un poco de crédito a Kintaro por intentarlo al menos. Finalmente, pasan la roca cuando Usagi corta el árbol que lo sostenía en su lugar, enseñándole a Kintaro que la fuerza no siempre resuelve todo.
En un momento, Michelangelo cree que vio a Jei parado en la cima de una montaña distante, pero los demás piensan que estaba viendo cosas. Pronto, Raphael comienza a alucinar con Jei también. Leonardo les asegura que Jei podría estar jugando con las mentes de ellos, pero ya no los controla. Usagi le dice al grupo que se comentaba que Jei seria inmortal. Ellos escuchan la voz de Jei y entonces son atacados por varios gatos ninjas que pudieron camuflarse en la nieve y la ventisca gracias a sus uniformes blancos. Casi logran capturar a Kintaro para Jei, pero Usagi logra rescatarlo.
Al llegar a un punto donde se puede ver el templo a lo lejos, Usagi les dice que se apresuren si quieren llegar al anochecer. Al darse cuenta de que Kintaro todavía se queja cuando Donatello le venda la pierna debido a una lesión, Leonardo decide quedarse junto con Kintaro, con el permiso de Usagi, por supuesto. Leonardo aprovecha la oportunidad para enseñarle a Kintaro algo de humildad. En lugar de criticarlo como lo hacen los demás, le dice a Kintaro lo valiente que actuó en acantilado con los gatos ninjas. Esto sorprende un poco a Kintaro, por lo que se hace amigo de Leonardo, pero aún trata de jactarse de sí mismo mientras continúan su camino.
Cuando llegan al templo, Usagi se percata de que debería haber habido monjes de guardia para darles la bienvenida y entonces se preocupa. Las Tortugas, al detectar la posibilidad de problemas, también desenfundan sus armas. Pronto, encuentran a uno de los monjes orando frente la que parece ser la estatua principal del templo, pero resultó ser Jei disfrazado esperándolos, junto con el líder de los monjes del templo que ellos ya habían encontrado previamente, el temible Sumo Kuma. Las Tortugas atacan a Jei, quien las derriba con facilidad. Jei felicita su "valor", para gran confusión de Leonardo. El lobo demoníaco pronto revela que todavía tenía a las Tortugas bajo su control, ya que había visto todo lo que tuvieron que afrontar a través de sus propios ojos, vigilando así al grupo en todo momento. Blandiendo los cuatro tótems de tortuga de madera en miniatura, Jei los vuelve a poner bajo su hechizo mientras Usagi lucha contra Sumo Kuma. Superado en número por las Tortugas ahora controlas mentalmente (y agotado por luchar contra el enorme Sumo Kuma), Usagi pronto es vencido, pero cuando Leonardo va a darle el golpe mortal, Kintaro lo intercepta en el último segundo, para sorpresa de Jei, antes de que Kintaro se eleve en el aire y comience a brillar cuando asume un estado meditativo en la posición de loto.
Kintaro ha desbloqueado su poder oculto y le ordena a Jei que libere a las Tortugas. Cuando se niega, Kintaro vence fácilmente a los cuatro, incluso a Sumo Kuma. Kintaro disfruta de un breve momento de alivio y victoria junto con Usagi, pero Jei captura abruptamente al pequeño pug con una cadena mística e irrompible para realizar el ritual para poseer a Kintaro y volverse imparable. Jei también revela que tuvo la ventaja todo este tiempo, y aprovecha esta oportunidad para sí mismo. Usagi mira impotente con terror y miedo mientras Jei convoca a los dioses y comienza el ritual. Sin embargo, las Tortugas han vuelto a ser ellos mismos gracias a que Kintaro rompió el hechizo de Jei sobre ellos cuando los venció, tornando sus ojos blancos a voluntad, fingiendo así estar todavía bajo la servidumbre de Jei, pretendiendo refrenar a Usagi y haciéndolo parecer como si Leonardo fuera acabar con él. Jei expulsa su alma de su pecho y se prepara para poseer a Kintaro. En un momento, Leonardo le guiña un ojo a Usagi para indicarle lo que ocurre en realidad. En el último segundo, Leonardo se da vuelta y lanza su katana contra Jei, apuñalándolo en el pecho, obligando a su alma a volver a su cuerpo e interrumpiendo el ritual, para disgusto de Jei. Las cuatro Tortugas atacan a Jei, pero una vez más son vencidas por el lobo demoníaco, que sin esfuerzo las derriba con facilidad. Jei también usa a Kintaro como arma viva contra dos de las Tortugas.
Enfurecido, Usagi ataca furiosamente a Jei, luchando duramente contra su enemigo con todas sus fuerzas, pero Jei (a pesar de ser apuñalado en el pecho y sostener a Kintaro con una mano) todavía tiene la ventaja, esquivando y desviando todos los golpes. El duelo mortal los conduce hasta el borde del acantilado. Usagi ofrece otro corte poderoso y fatal, pero Jei lo esquiva y desvía con su yari, desarma a Usagi y empuja al conejo al suelo antes de colgar a Kintaro al borde. Mientras Jei se regodea de su victoria, Kintaro le muerde la muñeca con todas sus fuerzas. El lobo demoníaco grita de dolor, momentáneamente desprevenido, permitiendo que Usagi se levante rápidamente, agarre la espada aún incrustada de Leonardo y arroje a Jei del acantilado. Usagi saca la katana de Leonardo del pecho de Jei y lanza el cuerpo del hechicero cayendo en picada hacia lo que parece su muerte segura.
Con Jei derrotado, Sumo Kuma vuelve a sus sentidos y se disculpa por sus acciones bajo la influencia de Jei, agradeciendo a Usagi y las Tortugas antes de ofrecerse a tomar a Kintaro bajo su tutela en el templo para obtener un mejor control de sus poderes, incluso indicándole acertadamente a Kintaro que él tiene el poder de proporcionar un medio para ayudar a que las Tortugas regresen a su hogar. Usando su hacha, Kintaro abre un portal para permitir que las Tortugas regresen a la Ciudad de New York. Cada una de las Tortugas se despide de Usagi y Kintaro antes de regresar a casa. Leonardo se queda para dar una despedida cordial a su colega espadachín, agradeciendo a Usagi por todo antes de unirse a sus hermanos y regresar a casa.
En cuanto a Usagi, con su misión de escoltar a Kintaro al templo de Sumo Kuma ahora ya completada, recoge los cuatro tótems de tortuga de madera en miniatura, sabiendo que siempre puede reclutar a las Tortugas de regreso a su realidad cuando verdaderamente necesite su ayuda en el futuro. Luego, Usagi empaca sus pertenencias y se despide para encontrar a otros que necesiten de sus servicios. Kintaro está triste inicialmente, pero Usagi promete regresar cuando Kintaro lo necesite.
Kintaro se despide y lo agradece por todo, mientras el rōnin solitario parte para asegurarse de que su código de honor siga fiel al Bushidō.
Véase también[]
Curiosidades[]
- El título original de este episodio significa "¡Brilla! Kintaro" en idioma japonés.
- El título de este episodio es una parodia del programa de televisión japonés Kagayake! Rintaro (輝け!隣太郎,?) de mediados de la década 1990.
- Algunas de las imágenes fijas de este episodio fueron dibujadas en el mismo estilo artístico de Stan Sakai, el creador del cómic Usagi Yojimbo.
- En una circunstancia irónica externa a sus propios universos, este episodio comparte una temática paralela con la película de la serie Teen Titans (2003-2006) y el final original canon para esa serie, Teen Titans: Trouble in Tokyo (2006):
- En ambas series, Keone Young interpreta originalmente en inglés al personaje gran malvado y manipulador (Jei y Uehara Daizo), y Cary-Hiroyuki Tagawa interpreta al personaje poderoso pero involuntario peón del gran malvado que es manipulado para ser utilizado contra los héroes, a pesar de tener buenas intenciones (Sumo Kuma y Brushogun). Jei usó el control mental para obligar a Sumo Kuma, el líder benevolente del Templo del Buda del Cielo, a atacar al héroe samurái Miyamoto Usagi. Brushogun, un hombre que solo quería que la mujer a la que él dibujó cobrara vida para amarlo (pero terminó así maldiciéndose a si mismo accidentalmente con poderes con temática de pintura), fue encadenado a una imprenta automática y Uehara Daizo lo obligó a producir en masa maquinas asesinas de tamaño real para usar contra los Teen Titans.
- A diferencia de todos los otros episodios de esta serie, este episodio en particular no terminó con la escena final que se desvanecía en un marco de estilo cómic dibujado a mano durante la imagen final.